viernes, 23 de enero de 2015

Algo de lluvia con un toque de dolor para describir este indescriptible amor

Llovía como en esas películas en las que en dos minutos todos estaban empapados, llovía como si el cielo se estuviera exprimiendo los sentimientos del universo, llovía como si todas las letras de esas canciones nunca escuchadas corearan en un concierto a todo pulmón esas letra llenas de amor, llovía igual que la vez en que no podía dejar de leerte una y otra vez en mis letras o escucharte en las canciones o sentirte en los lugares que solían ser de los dos, llovía fuertemente que sentía que su finalidad era borrar el rastro aquel de esos amores que no pueden ser, llovía sin parar arrastrando por las calles el paso de los demás, llovía tal cual la noche de aquellos besos llenos de amor en algún sitio del mundo con una música de fondo sin autor.

Yo mientras tanto la miraba, tenía ganas de salir y dejarla sentir mi piel fría, compartir mis sentimientos con ella mientras liberaba mi alma de esos pensamientos inoportunos en las madrugadas, quería que me arrancara los sueños en los que aparece que me robaras de la mente su piel sus besos su sonrisa tan ardiente, le gritaba entre silencios que se llevara todo lo que me atara que me deje la fuerza de sonreírle sin que sintiera ese amor que guardo bajo un templo que se reconstruye de pedazo en pedazo.

Me aleje de la ventana esperando una conexión o un par de palabras, tal ves escuchar su voz que me calmara la razón y así dormir en paz luego de que me robara una sonrisa con un te quiero acompañado de una promesa de volvernos a encontrar, estaba delirando mientras el silencio abundaba, las gotas caían al techo y chocaban, morían como la noche y el cielo aclaraba, me acosté mirando el cielo recordando una madrugada en el que el cansancio jamás estuvo presente cuando el amor era evidente, un cielo azul y un sol brillando una mirada emocionada y un perro a lo lejos ladrando, el viento soplaba un poco fuerte y evitando que nos descubran los mal intencionados partimos a un mundo en el que nadie estaba involucrado.

Tal ves hoy no sea una noche cualquiera pues hoy mi cabello brillaba como una hoguera, esperaba amarrarte en un abrazo y con un beso despacio hacerte sentir que siempre estoy a tu lado, quizá es mejor dejarme ir puesto que sabemos que esto no tendrá fin o probablemente sigamos esperando que llegue el día apreciado en el que nos volvamos locos y nos fuguemos a algún lado, me nace una sonrisa al recordarte en mis días pues ya no somos los mismos pero esa conexión no se desactiva, tal ves un día despertemos y queramos tener la iniciativa de raptarnos para compartir esa pasión exquisita que no encontraremos en nadie mas digan lo que digan.

Cierro los ojos y le pongo play, escucho su voz susurrándome la piel, mi corazón me dice que basta ya que no me debo preocupar pues nos volveremos a encontrar el destino escrito está y por más de que busquemos otra versión no hay nada que al final rompa este infinito y eterno amor.

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