Y entonces sucede, de repente todo lo que creias ya no existe, todo fue una ilusión la mente nos volvió a jugar una mala pasada, el dolor que había desaparecido renace con un ardor en el pecho, de ese tipo de ardor que no se puede controlar, el que debes dejarlo ser, que arrase con lo que necesite arrasar, que se lleve todo si es necesario, pero al final lo único que deseas es que no quede nada, prefieres el vacío a ese sentir, prefieres que todo desaparezca por qué el solo verlo, el mínimo roce hace que todo tiemble que todo se quiebre que todo se desvanezca y no lo quieres sentir, ya habías superado ese tipo de sufrir mucho tiempo atrás y cuando vuelve al parecer volvió con fuerza con mucha más fuerza de la que pensaste
Aveces Es cuestión de aceptar las cosas que pasan, entender el por qué suceden
Y buscar una solución, cuando esta solución no funciona es mejor tomar decisiones que aunque sean difíciles al momento cuando pase el tiempo comprenderás que fueron las mejores.