Era de esos días en los que la mañana había amanecido con ganas de ocultar el sol, darle más peso a el aire, fortalecer los olores de la tierra y sobre todo contagiar a todos con una nostalgia osacionada por la lluvia que se veía chocar contra la ventana. Ella estaba frente a el espejo como todos los días esperando algo nuevo, pensando en que ponerse, animandose a usar algo diferente pues era un día de lluvia de aquellos que a ella le gustaba pues en su mente permanecía la esperanza de que la lluvia todo lo malo se llevaba. El por su parte tarde como siempre andaba, llenando de excusas a quien pasaba pues justifcar sus malas mañas era la parte más facil de su existencia humana.
Aquella mañana que poco a poco moría, se habia tornado pacifica pues al pasar de las horas el sol no salía, un frio corria por las calles haciendo erizar la piel de quienes compartian muchos caminos en las vías, todos abrigados, todos sonrientes, algunos amargados que sin lugar a dudas contagiaban sus malas energías a aquellos que llegaban con una sonrisa.
Quien cree en el destino lo debe creer en las buenas y en las malas, pues asi como todo empieza todo en est vida acaba, sabiendo esto ella sonrió y frente a ella una gran sonrisa floreció, el admiraba sus fortalezas, la habia encontrado despues de tanto andar pues ella llenaba su espíritu con solo una melodía entonar. Ella hipnotizada por sus poemas quedaba, pues atrapada en versos de una ilusión estaba. No se podría decir que algo malo ocurría pues todo había nacío aquel día.
Llegó la noche y llenos de locura se aventuraron sin duda, la pasión era tan fuerte que se olvidaron de lo existente, ella envuelta en sus manos gemía al contacto de sus labios, se había perdido en sus brazos y al contacto de sus pies descalzos, el sin duda extasiado la miraba como nunca lo hubiera imaginado, envuelto en su piel y su olor se dejaba perder por el calor, mientras cerró los ojos y sin pensar que ella al instante lo haría estallar.
Lo amarró a la cama y con un cinturón apretó su cuello dejandolo casi sin respiración, empuñó un cuchillo y lo rozó por todo su cuerpo, el temblaba sin entender todo lo que estaba sucediendo pues no sabía si era real o un sueño, ella sonrió una vez mas y el cuchillo a una de sus piernas fue a para, el gritó desesperadamente y ella le dijo que no había nadie mas presente, ella le dió un beso en los labios y bajo por su pecho desnudo y sudado, llego a su entrepierna y sin pensarlo le dió un mordida que aumentó el sangrado ya que el cuchillo no lo había sacado, poco a poco en el mueble se acomodó y empezó a tocarse mirandolo, entre tan sufrimiento y dolor, explotaba de extasis ella sobre su miembro, recorrió sus labios con los dedos llenos de lujuria y el sabía que habia perdido la cordura, por lo que ella decidió acabar parandose en su miembro y repitiendole dos veces la oración "quien se mete con mis amigas, se mete conmigo también cabrón"!.
ella se vistió, encendió un cigarrillo y mirandolo desde la puerta un selfie tomó, el ya no tenia las fuerzas para pedir ayuda asi que ella se compadeció le metió el cigarrillo aún encendido en la garganta y con una almohada le dió fin a sus últimas palabras.