De nada sirvió pues ya no siento que lo vale, ya no siento que se merece mi esfuerzo y tan solo ya no sentir, hace que todo sea en vano.
Un corazon que se retuerce por dentro, una mirada que esperaba con ansias que la lluvia llegara y ocultara su realidad, tratando de disimular con sonrisas todo lo que por dentro sentía, tan solo quedaba aceptar las cosas como venía y seguir el ritmo para mostrar valentía.
Cabe recalcar que cada paso perdía fuerza y cada movimiento carecía de sentimiento puesto que la pasión se iba muriendo en cada segundo que moría el tiempo, no habían palabras de aliento ni persona que me haga pensar distinto, lo único que en mi ser sentía era que querían arrancarme los deseos y ganas en una dia, en unas horas, era como aquellas veces en las que terminabas una relación en la que creias que todo iba a funcionar y te entregabas pero llegaba alguien más y ocupaba tu lugar.
Despues de intercambiar palabras con una pequeña alma que en un banco junto a mi estaba me sentí mejor y compartir ese momento hizo que todo se calmara.
Entonces levanté la mirada sintía el frio recorrer mi piel respiré profundo y con el humo de un tabaco saliendo por mis labios sonreí... sonreí porque nadie podría ocupar aquel lugar que yo marqué por el que me esmeré y que por más personas que pasen por ahí será mi historia, serán mis pasos, serán mis sonrisas y locuras las que me hacen parte de ese entorno y entonces comprendí que yo no hago las cosas para que mi presencia se note sino para que mi ausencia se sienta y eso es algo que nadie puede cambiar...